Aviso: si te unes a la comunidad “ATLAS – Difusión“, tus datos públicos de WhatsApp, así como tu número de teléfono, serán tratados por la Asociación Atlas Gobernanza Global (ATLAS) para remitirte, a través del canal de avisos de la comunidad de WhatsApp, comunicados sobre futuros eventos de ATLAS y sus colaboradores.

EL DRAGÓN SE DESPIERTA Y EL MUNDO TIEMBLA

PARADOJAS DEL LIDERAZGO CHINO EN EL ORDEN INTERNACIONAL

El mes de septiembre no solo marca nuevos comienzos, también parece servir para reunir viejas amistades. El 1 de septiembre tuvo lugar en Tianjin (China) la cumbre anual de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS)[2], un foro concebido como contrapeso a las potencias occidentales. Bajo el liderazgo del presidente chino Xi Jinping, acudieron a esta celebración 2025 los líderes de países como Rusia, India e Irán, además de otros 16 Estados en calidad de “socios de diálogo”.

Al igual que la cumbre de la OTAN, la OCS funciona como un espacio de encuentro y de diálogo entre jefes de Estado y de Gobierno, aunque con diferencias notables: las alianzas de la OCS carecen de la estabilidad y cohesión que caracteriza al marco atlántico, y sus objetivos tienden a enfocarse más en la cooperación política y económica que en la defensa colectiva.

La cumbre de Tianjin también dejó en evidencia el papel que China quiere proyectar en el escenario internacional. En su discurso inaugural, Xi Jinping afirmó la necesidad de “oponerse a la mentalidad de guerra fría” y apeló a principios como la igualdad soberana de los Estados y el respeto al derecho internacional. Sin embargo, la paradoja apareció poco después: en Pekín, tras la clausura de la OCS, tuvo lugar una parada militar en la que Xi estuvo acompañado por Vladimir Putin y Kim Jong-Un. El desfile de fuerzas del Ejército Popular de China mostró la magnitud de sus modernas capacidades militares al tiempo que sembraba dudas. Me pregunto si resulta creíble hablar de cooperación, gobernanza global y respeto a la legalidad internacional mientras se exhibe un amenazante músculo de guerra y se comparte escenario con dos de los líderes más autoritarios del siglo XXI.

Además, el “poder blando” chino, pese a sus esfuerzos realizados hacia el Sur Global, continúa siendo limitado. La disposición de Estados Unidos y de Europa a colaborar con China es incierta: la diplomacia china no goza de gran credibilidad entre las potencias occidentales, no solo por la belicosidad de su discurso relativo a Taiwán, sino también por el apoyo “indirecto” que ha venido ofreciendo a Rusia desde el inicio de la invasión de Ucrania. Dicho respaldo no se limita al plano económico —como refleja el uso de drones fabricados con tecnología íntegramente china por parte de Rusia[3]—, sino también al político, al sostener la narrativa y las justificaciones empleadas por Moscú para legitimar su agresión[4].

Por otro lado, tampoco puede ignorarse que los esfuerzos de China por reforzar su imagen exterior son numerosos y que sus declaraciones de compromiso con los principios de las Naciones Unidas resultan bienvenidas. El coloso asiático se está consolidando como una gran potencia que gana cada vez más relevancia en el plano económico e internacional. Para naciones como Brasil o India, en un contexto marcado por el proteccionismo de la administración americana, acercarse a Pekín comienza a resultar más atractivo que mantenerse en las sendas de Washington o Bruselas.

Alicia González Pérez


[1] Se suele atribuir a Napoleón Bonaparte la frase: Dejen dormir a China, porque cuando el gigante se despierte, el mundo entero temblará

[2] Se trata de una institución creada para combatir el terrorismo y promover la cooperación económica. Entre sus miembros encontramos los siguientes países: China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán, India, Pakistán, Irán (desde 2023) y Bielorrusia (desde 2024).

[3] En julio de 2025 se descubre una cooperación entre Rusia y China en el marco de la guerra en Ucrania. La Dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano asegura haber recuperado drones señuelo utilizados por Rusia, cuya particularidad reside en estar compuestos íntegramente por piezas de fabricación china. Se trataría de la primera vez que Ucrania detecta una aeronave no tripulada de uso militar ruso construida al 100% con insumos de origen chino. Información obtenida de https://www.escenariomundial.com/2025/07/23/rusia-utiliza-drones-fabricados-integramente-con-tecnologia-china-segun-inteligencia-de-ucrania

[4] El 8 de mayo de 2025, China y Rusia afirmaron que el conflicto en Ucrania solo podría resolverse abordando sus “causas profundas”, una expresión que Rusia ha utilizado con frecuencia para sostener que se vio obligada a ir a la guerra para evitar la posibilidad de que Ucrania se uniera a la OTAN. Por otro lado, Ucrania y sus aliados occidentales consideran que ese fue un falso pretexto para lo que califican como una invasión de estilo imperial. Obtenido de https://www.reuters.com/world/europe/putin-greets-chinas-xi-kremlin-2025-05-08