Hoy se cumplen 50 años de la independencia de Surinam, una de las naciones más desconocidas de América, pero que en los próximos años adquirirá importancia en la región gracias a sus recursos petroleros. En este medio siglo de existencia, el país ha recorrido un camino complejo y continúa enfrentando desafíos, aunque mantiene el objetivo firme de transformar su estatus en el escenario internacional.
Para empezar, Surinam es un país muy diverso que combina poblaciones nativas y poblaciones europeas como la inglesa, holandesa y francesa. Y es que, como es el caso de todas estas naciones del Caribe que no llegaron a ser integradas de forma total a la monarquía española, fueron los holandeses quienes, en el siglo XVII, hicieron una colonización más profunda del territorio, haciendo plantaciones esclavistas basadas en el cacao, el azúcar y el café. Más tarde, con la prohibición de la esclavitud en 1863, los colonos trajeron trabajadores (en condición de semiesclavitud) de Indonesia, India y China. Explicamos todo esto para entender que Surinam es un país muy diverso y que dicha diversidad ha marcado profundamente su sociedad, porque no solo hablamos de diversidad racial, sino también cultural, social y de una mezcla de cosmovisiones muy distintas entre sí. Es más, lo primero que unió al pueblo de Surinam fue su idea de independencia y, tras varios esfuerzos en los años 60 y 70, un día como hoy, pero del año 1975, Surinam se independizó de los holandeses.
Desde su independencia en 1975, Surinam ha enfrentado una serie de desafíos económicos y demográficos debido a que una parte considerable de su población emigró a Europa y a otras regiones americanas. Para empeorar la situación, hubo un golpe de Estado en 1980 que sumió al país en una dictadura marcada por la represión y la violencia, pero a finales de la década la dictadura fue destruida. Desde entonces, Surinam es una república con un parlamento unicameral en la que es difícil llegar a una estabilidad basada en consensos políticos debido a toda la diversidad que hemos explicado antes. Durante años, ha fragmentado a la población, en parte por el impacto colonial, provocando la ralentización de reformas políticas, sociales y económicas. Además, a diferencia de otros países caribeños, Surinam no tiene un gran interés turístico, lo que ha hecho que el país dependa en gran parte de las plantaciones de azúcar y la extracción de oro, lo que no es sinónimo de una economía fuerte.
Dicho esto, la situación parece cambiar ya que, con el descubrimiento del petróleo, Surinam podría convertirse en una potencia petrolera para 2028. La nación está apostando fuertemente para que así sea, ya que han hecho grandes inversiones en la apertura de nuevas refinerías para no depender del petróleo externo, generar ingresos más estables (aunque bien sabemos que los países petroleros no siempre lo tienen) y encontrar otra vía de crecimiento.
Álvaro Aguiló de la Plaza, Analista
