El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado este viernes una resolución que apoya de manera firme el plan de autonomía saharaui propuesto por Marruecos. Este giro, propicia un apoyo tácito de la comunidad internacional hacia la posición de la administración Trump sobre el control de Rabat sobre el territorio del Sáhara Occidental. Dicha resolución, impulsada por la delegación estadounidense, fue respaldada por 11 votos a favor de 15. Solo países como China y Pakistán se abstuvieron en la votación, mientras que Argelia no votaría, siendo uno de los mayores aliados del frente polisario, movimiento que lucha por la independencia del pueblo saharaui. Pero …
… ¿Qué eventos nos han conducido hasta este momento?
El territorio del Sáhara Occidental estuvo bajo control español hasta mediados de la década de los años 70. Hasta el año 1975, y motivado por la independencia de los pueblos africanos durante la segunda mitad del siglo XX, la ONU se limitaba a exigir a España la celebración de un referéndum de independencia en territorio saharaui. Sin embargo, ante la negativa española nace el Frente Polisario y consigo una gran ola de nacionalismo, que desembocaría en la proclamación del Sahara Occidental como una provincia española más, cuyos ciudadanos poseían nacionalidad española. Finalmente, España cedería ante los reclamos de la comunidad internacional y aceptaría celebrar un referéndum de independencia fechado para el año 1975.
No obstante, con una España debilitada, y una crisis del petróleo acuciante, se inicia la Marcha Verde por el monarca alauí Hassan II, que vería una oportunidad de enriquecer la idea del Gran Marruecos mediante el envío de tropas y civiles con el objetivo de ocupar el territorio bajo dominio español. Este movimiento fue respaldado por un antiguo bloque capitalista liderado por Estados Unidos, puesto que el Frente Polisario fue siempre apoyado por Argelia quien tendía estrechos lazos con la Unión Soviética. Aunque, la ONU condenó la Marcha Verde, este movimiento se vio enmarcado dentro de una retórica geo-estratégica propia de la Guerra Fría pretendiendo servir a un beneficio mayor. La ocupación no fue total, y marruecos solo ocuparía dos tercios del territorio, incluyendo el Aaiún, lo que conllevaría enfrentamientos entre la población local y las autoridades marroquíes.
En 1988 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueba una resolución que reconoce el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. En 1991, las Naciones Unidas establecen el MINURSO que pretendía establecer un período de transición, preparatorio, y de cese de hostilidades, que engendraría un eventual referéndum que se decantara por la autodeterminación o la integración a Marruecos.
Finalmente, en 2022, tras una histórica indiferencia de España frente a la situación del Sahara Occidental, España apoya públicamente el plan de autonomía propuesto por Marruecos en 2007. La situación del Sahara Occidental se consideraba como una situación de descolonización inconclusa, y que venía acompañada desde 1976 de una respuesta española neutral y limitada. Sin embargo, la decisión del ejecutivo Pedro Sánchez permitiría terminar con la crisis diplomática con su vecino africano, así como potenciar la cooperación entre ambos países en sentido comercial y migratorio. Esta decisión fue altamente cuestionada y supuso la negativa argelina, quienes apoyan la causa saharaui, suponiendo el cierre del gaseoducto del Magreb que transportaba gas a España a través de Marruecos.
El plan marroquí y los intereses de la comunidad internacional
La “Iniciativa marroquí para la negociación de un Estatuto de Autonomía del Sáhara” presenta una solución para el Sáhara occidental con un enfoque favorable a los deseos realistas marroquíes, pero que está gobernado por una serie de contradicciones. Por un lado, el plan propone la celebración de un referéndum de autodeterminación, pero declara al Sáhara Occidental como parte integra del territorio marroquí. Por otro lado, el proyecto no es libre, puesto que se promueven a que las parte opten por el “sí” a quedarse en Marruecos, mientras que ni si quiera se específica que ocurriría en caso de que ganara el “no”. Es decir, a pesar de que el plan incluye y menciona el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui, no incluye garantías democráticas de ningún tipo. Además, el territorio saharaui ha sido progresivamente poblado por ciudadanos marroquíes desde 1975, lo que acabaría por favorecer la victoria de un “sí”.
La Resolución alcanzada en el Consejo de Seguridad fue apoyada y promovida por Estados Unidos, uno de los grandes aliados de Marruecos, así como por Francia quién defiende que la solución a la situación del territorio saharaui debe darse dentro del marco marroquí. Del mismo modo, China y Pakistán, decidieron abstenerse de la votación al considerar que no todos los reclamos se habían tenido en cuenta a la hora de concretar la resolución, pero están de acuerdo en que la solución deba ser de carácter político y auspiciada por las Naciones Unidas. Finalmente, Argelia defiende que la resolución no representa los principios de las Naciones Unidas, y fue así como su representante ante las Naciones Unidas procedió a hacer mención del presidente Woodrow Wilson cuando este declaraba que “Los pueblos no deben ser traspasados de una soberanía a otra”.
Por supuesto, este giro de la comunidad internacional fortalece la posición diplomática de Marruecos en una victoria clara de la dinastía alauí en su esfuerzo por consolidar su legitimidad sobre el territorio del Sáhara Occidental. En clave mayor, la aprobación de la propuesta patrocinada por la delegación estadounidense es simbólica para el país americano puesto que se enmarca en una retórica diplomática que busca poner fin a disputas geopolíticas internacionales. Desde otra perspectiva, la causa del Frente Polisario queda cada vez más marginalizada, y las tensiones entre Argelia y Occidente pueden ir en aumento en los próximos años. Para Europa y más concretamente España, este movimiento puede suponer un beneficio clave fortaleciendo los lazos con el régimen marroquí, pero poniendo en cuestión los principios democráticos que gobiernan Europa. En la misma línea, esta resolución no hace más que acentuar la crisis de credibilidad que atraviesa las Naciones Unidas, puesto que la propuesta marroquí puede ser interpretada como una erosión del principio de autodeterminación de los pueblos.
Samuel Luis González
United Nations. (2025, October 31). Security Council adopts resolution 2797 (2025), renewing mandate of UN Mission in Western Sahara for one year [Press release]. https://press.un.org/en/2025/sc16208.doc.htm
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Euronews. (2025, 1 noviembre). El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba el polémico plan marroquí que rechaza el referéndum saharaui. https://es.euronews.com/2025/11/01/el-consejo-de-seguridad-de-la-onu-aprueba-el-polemico-plan-marroqui-que-rechaza-el-referen
Una mirada al Sáhara Occidental. (2023, 23 julio). Breve historia del Sáhara Occidental. Recuperado de https://saharaoccidental.es/historia-del-sahara-occidental/breve-historia-sahara-occidental/
